jueves, 4 de junio de 2015

I. A manera de preámbulo, una pequeña historia

Pautas a contrapunto en dos ritmos, para aproximarnos a leer la obra de Angélica Carrasco Acevedo. 
I. A manera de preámbulo, una pequeña historia. 
"Bajo un primer momento de auto-reconocimiento, pareciendo seguir los pasos de la Alicia de Lewis Carroll, las manos de Angélica Carrasco se posan frente a un gran espejo y ella dirige su mirada sobre sí misma y su entorno en el reflejo. Instante de percepción y descubrimiento, se detona entonces un puente entre la realidad de donde ella proviene y el portal que ante sus ojos va estimulando su férrea imaginación, inaugurando para sí misma, en ese acto, el instante creativo. Su conciencia le pide que se aferre como firme soporte, a sus pies pegados en el suelo y los dedos de sus manos al espejo, que representarían la investigación teórica y la experimental concreta a la que ella es asidua seguidora y ahora promotora. Y es hasta entonces, con ese respaldo, que Angélica, ahora desdobla en el reflejo, se lanza a explorar ese mundo que ahora la acoge, desvaneciéndose para decodificarlo, destruirlo y reinventarlo".
ALFREDO MATUS. Director de la Galería José María Velasco / INBA

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